En el tratamiento de la ansiedad se utilizan habitualmente dos tipos de fármacos: los ansiolíticos y los antidepresivos.
Los ansiolíticos más utilizados pertenecen al grupo de las benzodiazepinas de alta potencia (Alprazolam, Loracepam, Diacepam, Cloracepam, etc.). Producen un efecto calmante. Actúan reduciendo los síntomas de ansiedad en cuestión de minutos y disminuyendo tanto la intensidad como la frecuencia de los episodios de ansiedad. Los principales efectos secundarios de las benzodiazepinas son somnolencia, problemas de memoria, problemas de atención y concentración. El deterioro de estas funciones cognitivas suele ser temporal (observado mientras se toma el fármaco) y se produce sólo con dosis altas y prolongadas. Otro inconveniente es que su consumo prolongado puede generar efectos de adicción (adicción) y tolerancia (pérdida paulatina de eficacia).
Masajes
El masaje es una técnica ancestral muy presente en las prácticas médicas de los orientales, incluso por encima de los tratamientos farmacológicos. En principio, un masaje genera un alivio muscular y conduce a un estado de relajación. Ayuda a mejorar el estado de ánimo y recuperar la vitalidad, por lo que también se utiliza como método complementario para tratar la depresión.
Todos estos métodos naturales para combatir la depresión han demostrado su eficacia. Su fortaleza es que no solo reducen los síntomas, sino que también mejoran la calidad de vida y protegen nuestra salud. Lo mejor de todo es que no tienen efectos secundarios negativos y si los continuamos, sus beneficios mejoran con el tiempo.
Ejercicio
Esta investigación realizada por la Escuela de Kinesiología y Educación Física de Toronto indica que el ejercicio puede convertirse en uno de los mejores remedios naturales para prevenir y tratar la depresión. Hay diferentes formas de hacer ejercicio y la que elijas te aportará múltiples beneficios: yoga, aerobic, musculación, running, natación…
No hagas ejercicios intensos desde la primera sesión. Trate de comenzar lentamente y aumentar a medida que pasan los días. Lo ideal es poder hacer media hora de ejercicio diario e incluso un poco más. Si quieres potenciar sus efectos, prueba a hacer el lugar donde lo hagas al aire libre.