¿Cuál es el mejor remedio casero para acabar con las patas de gallo? Te enseñamos, sin cirugía y en la comodidad de tu hogar.
¿Cómo quitar las patas de gallo sin cirugía?
La medicina estética nos ofrece un amplio abanico de soluciones a los problemas más comunes de la piel. El botox, también conocido como toxina botulínica, es el tratamiento médico más eficaz para reducir y eliminar las arrugas que aparecen en el tercio superior del rostro.
La inyección de toxina botulínica es prácticamente indolora y mínimamente invasiva. No obstante, en nuestras clínicas siempre aplicamos anestesia local en la zona de las patas de gallo para evitar molestias durante la sesión.
Factores que contribuyen a su aparición
Hay muchas razones por las que existen las patas de gallo, quizás la más triste es simplemente la genética. Pero hay otros factores de estilo de vida que determinan cuándo y qué tan profundo se clavan las patas de gallo en la delicada piel alrededor de los ojos, y aquí hay algunos:
Exposición al sol: No es un gran secreto que la luz UVA daña el colágeno y elastina en la piel. Lo que quizás no sepa es que con suficiente exposición al sol, su piel comenzará a ceder como si estuviera demasiado golpeada para recuperarse, y eso es porque, de ahora en adelante, probablemente así sea.
REMODELACIÓN FACIAL (pedir más información sobre este tratamiento.)
Combina 3 tipos de corrientes con sérums muy concentrados:
- Corriente galvánica: abre los poros y permite sueros para penetrar. De esta forma, los aminoácidos protegen y mejoran la salud de tu piel.
- Corriente de media frecuencia: se encarga de fortalecer los músculos faciales. De esta forma combatimos la flacidez y conseguimos la mejor forma física del rostro.
- Radiofrecuencia de microondas que se encarga de generar pulsos de alta frecuencia, de esta forma calmamos y regeneramos los tejidos dañados. También es bactericida, cicatrizante y tiene un efecto antienvejecimiento.
¿Por qué se forman las patas de gallo?
Tarde o temprano, las patas de gallo aparecen en todos. El paso del tiempo es uno de los principales factores que provocan su aparición. A partir de los 30-40 años, la piel pierde su elasticidad y empiezan a aparecer estas pequeñas arrugas en el rostro.
Pero no solo el paso de los años, otros factores como el tabaquismo, la expresión facial, el estrés, el sol o un mal cuidado de la piel también favorecen la apariencia.